Como observador siempre me ha llamado la atención estas plantas por su belleza,rapidez de crecimiento en su periodo de fructificación y la capacidad de transformación del paisaje con sus hermosos pitones.
La intervención consistía en pintar con spray parcialmente los pitones recién nacidos además de ponerles telas y garrafas de agua en su punta. Semanalmente, durante casi cuatro meses les hicimos seguimiento fotográfico registrando su crecimiento y las consecuencias de nuestra intervención en el mismo.
Para nosotros fue sorprendente el proceso sirviendo como ejercicio de reflexión sobre el intervencionismo de la mano del hombre sobre el medio natural. Generando un espacio artístico en constante transformación, basándose en la valoración de la identidad de los lugares.